¿Has pensado en construir una casa de playa que puedas rentar cuando no la uses? Esta era la idea de nuestro cliente para el proyecto de Tortuga Laguna 16, un dúplex con dos unidades de Airbnb para alquileres de corta duración en Monterrico, al sur de Guatemala. No obstante, la idea original del proyecto no siempre fue así.
El punto de partida
La idea inicial era construir una casa de 400 m² para uso temporal del dueño y alquiler en otras temporadas. Nuestro cliente, con una visión empresarial, quería desarrollar un negocio inmobiliario con rentas cortas a través de Airbnb.
El objetivo era crear un destino ideal para familias numerosas o grupos de amigos de hasta 10 personas, con espacios de alojamiento diseñados eficientemente. La casa debía incluir tres áreas sociales (sala, comedor y cocina) en un espacio abierto para facilitar la interacción. También se consideró replicar estas áreas en el exterior debido al calor.
El requerimiento innegociable era una piscina exterior con zonas para niños, una área profunda para adultos y un jacuzzi para disfrutar del calor de la región sur de Guatemala.
Dupliquemos la rentabilidad con la mitad del presupuesto
¿Qué pasaría si, en lugar de alojar a 10 personas, pudiéramos albergar a 20? ¿Y si, en lugar de desarrollar un Airbnb, pudiéramos desarrollar dos unidades de 225 m² cada una?
Estas preguntas surgieron durante nuestras sesiones de trabajo con el cliente. La idea no era descabellada si se ejecutaba con eficiencia. No se trataba de crear micro-apartamentos con medidas mínimas, sino de priorizar la experiencia y comodidad de los huéspedes.
La última pregunta, y el detonante para decidir construir dos unidades, fue: ¿qué sucede si el proyecto se ejecuta en dos fases? Al construir inicialmente la mitad del proyecto, se podría trabajar con esa parte durante algún tiempo, permitiendo que el desarrollador se capitalice para construir la segunda mitad posteriormente. Entonces, la decisión cobró sentido.
La propuesta
El proyecto se concibe como un dúplex, donde cada unidad es completamente independiente en términos funcionales. Estéticamente, se enfoca en un diseño minimalista, con un 60% de muros en acabados lisos blancos, y el resto combinando piedra arenisca, turquesa y concreto expuesto para integrarse con el entorno seco y transmitir frescura.
La planta baja ofrece 6 estacionamientos vehiculares y 4 para motos, sin carports, optando por palmeras para sombra natural. La entrada destaca con una puerta principal de pivote en losas turquesa, creando una impresión distintiva. En el interior, una sala, cocina y comedor se encuentran en un espacio abierto, ventilado naturalmente y con una conexión directa a la piscina a través de una puerta "tipo pocket".
El área de jardín y piscina incluye una ducha exterior instagrameable y una piscina rodeada de bambú, evocando un paraíso tropical. El segundo nivel cuenta con 3 habitaciones y 2 baños adicionales, mientras que el balcón ofrece dos columpios en forma de huevo, orientados hacia el oeste para disfrutar de la brisa y las vistas de la piscina.
Ya no solo se trata de construir
En la era post-pandemia, los huéspedes de Airbnb buscan experiencias en desarrollos sofisticados. La construcción empírica ya no basta, ni siquiera una piscina. Si los huéspedes no pueden documentar y presumir sus vacaciones, es probable que no recomienden el desarrollo de Airbnb. Esto se traduce en pocas reservas, ventas reducidas y baja rentabilidad para usted como desarrollador.
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